¿Sos tolerante?

No me gusta la palabra «tolerancia», tiene demasiados significados contrapuestos, pero a falta de una mejor, usaré esta. Ser tolerante, entiéndase como la capacidad de relacionarse con otras personas de ideologías distintas a las propias. Y no tanto la capacidad de aguantar algo que te molesta, sino la capacidad de que no te moleste siquiera, no aguantar, sino aceptar lo diferente, convivir con ello.

Para mí esto es uno de los PRINCIPALES PROBLEMAS DE LA HUMANIDAD (sí, así con mayúsculas, negrita y subrayado). La tendencia a agruparse y acostumbrarse a lo que hay dentro de ese grupo, y la incapacidad de relacionarse con gente diferente. Sería difícil ir a la guerra, si sabés que el otro es alguien igual a vos, similar a vos en miles de aspectos, pero que en vez de rezarle a Jesús, le reza a Alá, pero que cuando llega a su casa abraza a su esposa y su hijo igual que lo hacés vos.

A mí me parece que en general, los escépticos, los ateos, son poco tolerantes. Obviamente mucho más tolerantes que un fanático religioso o un magufo. Pero creo que como personas intelectuales, preparadas académicamente, lógicas y racionales, podríamos procurar ser ejemplares en nuestra conducta en cuanto a la tolerancia.

Por ejemplo, como dije alguna vez «Puedo estar totalmente en contra de tu forma de ver el mundo, pero aún así ser tu amigo, se puede, joder, se puede.»

Los humanos tendemos a agruparnos por ideología. Los geeks por un lado, los ateos por otro, las modelos, los kirchneristas, los viejos, los jóvenes, los españoles, los argentinos, los porteños, los dark, los punk, los rollingas, los cumbieros, los judíos,  etc.

Yo en cambio, prefiero relacionarme con gente distinta a mí. Obvio que disfruto mucho más relacionarme con gente con gustos similares. Pero esto es como con las verduras, si jamás las comés, siempre te van a parecer de gusto horrible. Hay que acostumbrar al paladar.
Con la gente me pasa igual, me gusta salir de mi contexto, de mi paradigma, y charlar con gente distinta a mí. Siempre son interesantes y te abren la cabeza.

Un extremo de lo que digo es un genial video que ilustra la idea «el nazismo se cura viajando»:

Es lo mismo, pero en menor escala. La discriminación y la intolerancia, se cura conociendo gente, conviviendo con ellas, dándoles y recibiendo de ellos. Si sólo te relacionás con gente igual a vos, la gente diferente te termina molestando, irritando, haciéndote enojar.

La tolerancia es un músculo, y hay que ejercitarlo. Así te das cuenta que las diferencias son diez, pero las similitudes son millones.

Es que las diferencias son un espejismo, un engaño, una falacia. Si ves estas fotos y en alguna te ves a vos, si ves «nosotros» en una foto, y en las otras ves a «otros», algo está mal en vos, te estás engañando.

Y es que  las similitudes también son un espejismo, un engaño, una falacia. Si pudieras agarrar a cualquier persona del mundo y hacer una lista de las cosas que te diferencian de ella y otra lista de las que te igualan, la primer lista tendría unos cientos de items, pero la segunda lista tendría billones. Y si hicieras una lista de las cosas que te hacen igual a tu mejor amigo, a tu hermano, a tu novia, esa lista no sería más larga que la lista de otras cosas que te hacen igual a cualquier otro humano del mundo. Pensalo. Incluso con tu vecino que te cae mal, tu suegra fastidiosa, o tu peor enemigo, la lista de cosas que tienen en común es infinitamente más grande que las cosas que los diferencian y enfrentan.

La moraleja no es que «en el fondo somos todos iguales», no, justamente lo contrario, la moraleja es que somos todos diferentes, y hay que abrazar esas diferencias.

¿Y ustedes? ¿Cómo anda su capacidad para relacionarse con personas distintas a ustedes?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *