Festejar la llegada de un Año Nuevo
Yo carezco de la capacidad humana, o tal vez la necesidad, de dividir el tiempo en ciclos artificiales, más allá de las noches y los días, y sentirte que hoy algo se termina y mañana empieza otro algo distinto, porque para mí esos algo, los años, no existen más que en las cabezas de las personas. Yo no entiendo por qué no se puede empezar un proyecto el 27 de diciembre, ni entiendo por qué tenemos que esperar, y hacer un balance el 1 de enero. Para mí el tiempo fluye, sin obstáculos, sin fechas límites, y los inicios son constantes, y constantes los balances. No entiendo el rito, la simbología que contiene y rodea al fin de año. Aun así, no estoy en contra de encontrar oportunidades de celebración y festejo, por eso les deseo un feliz año nuevo a los que sí lo comprendan.