Tercera Ley Universal del Blogging
Siguiendo con las Leyes Universales del Blogging, luego de las dos primeras, esta me parece que es, sin duda, la número tres:
En el caso particular de este blog, debo ser agradecido y reconocer que la gran mayoría de los comentarios son buena onda, mensajes de aliento y opiniones muy inteligentes y elaboradas que enriquesen el contenido del post. Es un orgullo tener los comentarios que tengo, que ustedes dejan.
Pero en general, y sobre todo en blogs muy populares, debemos reconocer que son más los comentarios que dejan para putear al autor, o para corregirle algo mal escrito o que se haya equivocado, o esté mal informado. Y generalmente no son muy amables, ni corrigiendo errores ortográficos, ni haciendo notar un error conceptual. Y no es lo mismo que lo haga alguien que siempre comenta (con actitud positiva) a que lo haga alguien que nunca comentó. O que los únicos 3 comentarios que dejaste en un blog que seguís hace años, sean de este tipo.
Porque reconozcámoslo, nos atrae más la oportunidad de criticar que la de congratular. En la vida misma nos pasa, y en internet, gracias al anonimato, se intensifica. A mí en particular me pasa lo que llamo «el efecto cajera», que básicamente consiste en que si alguna vez fuiste cajera/o de supermercado, o trabajaste en atención al público, y sufriste las constantes humillaciones que se dan en este tipo de empleos… aprendés a tratar a los cajeros de la mejor forma posible. O sea, que por ser blogger y tener amigos bloggers, a la hora de comentar yo en un blog ajeno, trato de:
1. dejar comentarios positivos de vez en cuando, aunque más no sea un «tabueno»
2. en caso de dejar una corrección o una crítica, hacerlo de la forma más amigable posible.
3. si un blog no me gustara, o un blogger me cayera mal: no volver a entrar, olvidarme de él, ignorarlo.
Y recuerden: si te gusta un blog, ¡demuéstralo!