¿Por qué tiran basura a la calle? ¡Humanos!

Este será posiblemente el primero de varios post bajo la consigna «No entiendo a los Humanos». Los que me conocen saben que digo muchas veces esa frase, y para los que me conocen mejor, basta con que diga «¡HUMANOS!» y ya saben a lo que me refiero.

No es que realmente piense que soy extraterrestre, aunque qué más quisiera yo, simplemente es una forma divertida de decir «en esto, no comparto la opinión o forma de ser general». Pero honestamente NO ENTIENDO a la gente a veces. Ya vendrán otros ejemplos, pero empecemos con este.

¿Por qué tiran la basura al piso?

No lo entiendo. Si la gente fuera como yo, no habría un sólo papel tirado en las calles, ni una sola colilla de cigarrillo (bueno, en realidad si la gente fuera como yo no fumaría). A mí me parece tan lógico, tan obvio, que hay que guardarse el papelito en el bolsillo y tirarlo luego al llegar a destino, o en uno de los miles de cestos de basura que hay a lo largo del trayecto. No sé quién me enseñó a hacerlo, no sé si fui especialmente educado así cuando niño. No recuerdo a mi madre retándome por tirar algo al suelo. Pero de verdad no importa. Llega una edad en la que empezás a pensar por vos mismo, y vos mismo tenés que llegar a la misma conclusión que llegué yo. Y decir «no, no voy a tirar más basura». El mundo sería un lugar mejor si todos tuvieran en cuenta este detalle.

Hay ciudades que son más cochinas que otras, o sea, hay un componente cultural. Uno del estilo «ya que todos lo hacen, yo también». El dilema de la ventana rota. Será por eso tal vez que las ciudades más limpias son aquellas en las que impusieron desproporcionadas multas durante un tiempo, hijos del rigor, hasta que les quedó el buen hábito de no ensuciar. La multa ya no estaba, pero la gente seguía actuando apropiadamente. Los porteños son particularmente mugrientos, Buenos Aires es una de las ciudades más sucias que he visto en mi vida, a pesar de que la estructura está, hay basureros cada cien pasos, los residuos se recolectan habitualmente sin demoras, los empleados municipales limpian las calles y bocacalles, los porteros limpian la vereda de cada edificio. O sea, no es algo que puedas culpar al gobierno. No. El único culpable sos vos.

Y yo sigo sin entender por qué lo hacés. Si no cuesta nada que guardes el boleto en el bolsillo en vez de tirarlo al piso apenas bajás del colectivo. No cuesta tirar la tarjetita de cartón del subte en el basurero ¡que está al lado del molinete! ¡No! ¿Para qué? Lo dejás arriba del molinete, lo tirás ahí mismo en el suelo. El pucho se te dispara entre los dedos, encendido, hacia cualquier lado, o lo pisás y seguís con lo tuyo. Jamás se te ocurriría agacharte a juntar la colilla, o apagarla correctamente. ¡Qué pelotudez hacer eso!  ¡Ah! ¡Pero cuando sin querer se te cae una moneda o un pucho nuevo, ahí sí que te agachás! La caca del perro que quede ahí nomás, y la pisen otros hasta que desaparezca. La botella vacía la escondés entre los asientos, porque llevarla en la mochila hasta tu casa es un asco, ¿no?. El papelito lo arrugás y lo arrojás lejos sin siquiera mirar.

Yo no. Si en toda mi vida habré arrojado al suelo 10 papelitos es mucho. A diario al llegar a mi casa, de mi bolsillo salen las llaves, el celular, y 3 o 4 papelitos arrugados que no tiré. Si veo que un amigo tira al suelo algo, no le digo nada, voy y lo junto. Tal vez entienda el mensaje al verme, y aprenda la lección sin que le diga nada. Tal vez simplemente piense que soy un pelotudo. Llego al extremo de que si tiro un papel y no cae dentro del basurero, vuelvo, lo recojo y lo vuelvo a tirar. O en el McDonalds, cuando me retiro, no dejo la bandeja en la mesa (aunque este gesto es debatible, lo admito). Aún así, no podrías decir que soy alguien obsesionado con el medio ambiente o la ecología. No soy el típico «abrazaárboles». Simplemente me parece que, lógicamente, tener una ciudad limpia compensa mucho el pequeño sacrificio de guardar el papelito. Lo mío es un tema de eficiencia más que de moralina ecologista.

Te propongo algo: ¡NO LO HAGAS MÁS! (je)

Tan simple como eso. No es tan complicado. La próxima vez guardate el papelito en el… bolsillo.

Hace mucho tiempo, inspirado en las 5 leyes de la estupidez humana, llegué a la conclusión de que el acto más inteligente posible, es inspirar otros actos inteligentes. Por eso me parece buena idea que además de vos mismo no tirar más basura a la calle, intentes inspirar a tus amigos y familiares a hacer lo mismo. Pero ojo, a la gente no le gusta que les resalten lo que hacen mal, por eso hay que tener tacto, tal vez esta experiencia te sirva para darte una idea de cómo aconsejar a tus amigos en este tema, el tema es distinto, pero los principios se aplican idénticamente a ambos casos.

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